El encanto rural de Ibiza: Descubre el lado más apacible de la isla
Casa Maca es el mejor hotel en cuanto a lujo comedido con un toque natural.
Es el lugar que debes reservar para disfrutar de la campiña ibicenca y de unas vistas maravillosas del casco antiguo de Ibiza y el Mar Mediterráneo.
Casa Maca es una muestra de la Ibiza rural: el lado más apacible y saludable de la isla baleárica y la parte que aporta alma a la famosa Isla Blanca. Aquí vivirás el hedonismo como nunca antes.
La reputación de Ibiza está cambiando. Ya no se conoce como el destino exclusivo para fiesteros, sino que su alter-ego relajado es ahora igual de atractivo para todo el mundo, desde los ravers de los 90 que vuelven con otros intereses, hasta los viajeros que vienen por primera vez para escapar del ajetreo diario.
Esta es una isla con profundidad, con alma, que esconde algunos de los paisajes más hermosos del Mediterráneo, tan bellos que te sube la serotonina. Desde su floreciente oferta de productos del campo a la mesa, hasta los frondosos bosques y zonas montañosas para andar, sus cualidades polifacéticas ya han cobrado notoriedad.
Casa Maca es de las primeras en promover esta incipiente actitud.
Abrazada por las colinas de Can Palau, lejos del bullicio de los núcleos turísticos y con vistas a Dalt Vila, este caserío de 300 años ofrece una sensación de escapismo a la vez que demuestra por qué esta isla saltó a la fama en primer lugar.
Solo tiene diez habitaciones, cada una decorada a su manera buscando el equilibrio perfecto entre las líneas puras del minimalismo con el confort y la relajación. La estética es uniforme pero los diferentes toques hacen que cada espacio sea único. El elemento común que no puede faltar es el muro liso de piedra en un tono beis grisáceo, suave y natural, a juego con las cortinas de lino ondeantes. Las vigas del techo de madera oscura y los muebles artesanales son guiños a la naturaleza exterior, mientras que las lámparas colgantes y las de las mesillas de noche crean una sensación de delicadeza que recalca la comodidad de cada colchón, como si flotaras sobre una inmensa nube.
Los toques de color de las mesitas y otros objetos de decoración comprados localmente aportan pinceladas vibrantes que nos recuerdan al lado carismático de la isla y muestran nuestra capacidad de integrarlo todo en armonía con el lugar más apacible que puedas imaginar. Todo está cuidadosamente pensado, cada elemento del diseño es el reflejo del inmenso entorno en el que se asienta Casa Maca y un homenaje a su historia campestre.
Fuera nos envuelve el aroma de los prados de lavanda que rodean a cada edificio y el cantar de los grillos por la noche. Las colinas parecen perderse en el infinito y las más cercanas al hotel albergan nuestras huertas. Las higueras, las verduras de nuestra huerta y las hierbas aromáticas permiten a los chefs, que cocinan fuera en una impresionante cocina al aire libre, experimentar con ingredientes de temporada, asegurándose de captar todo el carácter rústico de la isla y trasladarlo a la experiencia gastronómica de Casa Maca.
La zona de la piscina –de líneas sencillas, despejada y diseñada con gusto– resalta las vistas panorámicas del casco antiguo de Ibiza y la pintoresca costa y hace las veces de palco para admirar el atardecer cuando el día se funde con la noche. Su carácter íntimo ensalza la belleza de este lugar. Al tener un número tan selecto de habitaciones, no hace falta pelearse por una tumbona.
Cuando caiga la noche, escucha atentamente desde el balcón de tu habitación para descifrar la banda sonora acompasada que envuelve el restaurante y bar del hotel. Una celebración persuasiva de la música y la gastronomía que atrae tanto a los residentes de la isla como a los viajeros.
Es un tipo de hedonismo que va más allá de una noche bailando al ritmo de los mejores DJs del mundo.
Es todo pureza y tranquilidad, una forma de escapismo que te hace sentirte a gusto nada más llegar. Descubre la verdadera Ibiza en Casa Maca.